Autor: R. J. Palacio
Fecha de publicación: 2012
Editorial: Nube de Tinta
Páginas: 414
Precio: 14’95 €
Género: Novela Contemporánea, Juvenil
Sinopsis:
“Todos deberíamos recibir una ovación al menos una vez en
nuestra vida, porque todos vencemos al mundo” Auggie.
Su cara lo hace distinto y él solo quiere ser uno más.
Camina siempre mirando al suelo, la cabeza gacha y el flequillo tratando en
vano de esconder su rostro, pero, aun así, es objeto de miradas furtivas,
susurros ahogados y codazos de asombro. August sale poco, su vida transcurre
entre las acogedoras paredes de su casa, entre la compañía de su familia, su perra
Daisy y las increíbles historias de ‘La guerra de las galaxias’.
Este año todo va a cambiar, porque este año va a ir, por
primera vez, a la escuela. Allí aprenderá la lección más importante de su vida,
la que no se enseña en las aulas ni en los libros de texto: crecer en la
adversidad, aceptarse tal como es, sonreír a los días grises y saber que, al
final, siempre encontrará una mano amiga.
Valoración Personal:
Lo recomiendo. Lo recomiendo. Lo recomiendo.
¡Me ha encantado!
No es solo la historia de superación constante que nos
propone la autora. Es la realidad pura y dura, sin adornos, de lo cruel y
despiadada que puede llegar a ser la sociedad con alguien que, simplemente, es
diferente.
La novela nos presenta a August, un niño de 10 años que,
después de haber estudiado siempre en casa con la ayuda de su madre, se embarca
en la aventura de empezar un curso escolar por primera vez en su vida. Él es
diferente, pero se siente como los demás. Y así quiere que le vean. Sin
embargo, eso no sucede a menudo.
Aunque ésta sea la historia de August contada en primera
persona, también acaba siéndolo de todos los que le rodean: su hermana Via, su
amigo Jack… Son varias las voces que nos van describiendo ese primer año
escolar de August. Cada una con su visión, su perspectiva, su propio sentir. Y, aunque no haya ninguna parte narrada por sus padres, aquí debo añadir que adoré a la madre de August con locura. A su padre también, pero a la madre más. Por su valentía, ternura y amor constantes.
Además de ser una historia de por sí entretenida, viene
cargada con una buena dosis de enriquecedores principios morales que, desde la
visión de un niño, nos acaban tocando la fibra sensible en algún momento, independientemente
de nuestra edad.
August, el pequeño ‘friki’ de ‘Star Wars’, regala risas y
emoción a puñados. Positivismo. Amistad. Cariño... Todo lo necesario para combatir
los prejuicios y la ignorancia de los que no saben ver dos palmos más allá de
sus narices.
En resumidas cuentas: lectura ligera, amena, entretenida y
cargada de valores positivos. ¡Altamente recomendable!
Si se os enternece el corazón, no digáis que no os lo
advertí.
"La fortuna sonríe a los audaces".